Un quinto y un medio

No, los números nunca fueron lo mío, pero a falta de un título mejor para este post recurro a las sabias matemáticas (que, aunque estén peleadas con las musas -como todo el mundo sabe- son mucho más fieles que ellas y siempre están ahí en aquellos momentos donde las musas se van de jolgorio y no responden a nuestro insistente llamado). Adrián Paenza (autor del libro "Matemática... ¿estás ahí?") debía conocer este hecho de antemano, seguramente, pero algún título tenía que ponerle a su libro, tal como yo a esta entrada.

El "Un quinto" del título nada tiene que ver, sin embargo, con las ciencias exactas, sino con el arte. Durante el mes de noviembre se realiza en la iglesia San Ignacio de Loyola el 5° festival de música antigua, donde cada martes desde las 20 horas se presenta un grupo que interpreta música sacra (de hace unos cuantos siglos, claro).

Para quienes no conocen la iglesia de San Ignacio, les cuento que:

-es la más oldie de la ciudad, con una antigüedad de 300 años,

-fue construida por los jesuitas y es considerada monumento histórico nacional,

-y está emplazada en pleno casco histórico de la ciudad (Alsina y Bolívar).

El festival se realiza para financiar las obras de reconstrucción de la iglesia y, por lo tanto, no es gratuito. Tampoco diría que es barato ya que la entrada más económica cuesta $50, pero es un buen programa para quienes gusten de la música clásica y de escucharla en un entorno diferente.

Yo asistí a la función de este martes, donde el ensamble de barroco chiquitano (un grupo de jóvenes de Bolivia) interpretó la ópera San Francisco Xavier. Si bien considero que el nivel de la obra no fue excelente, rescato el entusiasmo de los artistas y la dimensión social de un proyecto donde se les brinda a jóvenes que provienen de un ámbito muy humilde la oportunidad de desarrollar su vocación artística.

Volviendo al título del post, me ocupo de su segunda parte; es decir, "un medio". Eso alude a mi look del día, ya que por cuestiones técnicas sólo puedo presentar la mitad superior.

Los ítems visibles de este look son:

-Remera Complot "Suivez moi" de esta temporada, $80 aprox.

-Debajo (aunque no se ve mucho) musculosa larga gris de Tex, un básico bien barato (creo que me costó $30 al año pasado).

-Cadena con colgante de coronita María Rivolta (comprado hace unos meses a $75).

-Y sobre eso: blazer pied de poule comprado hace años en Celeste A. (mmm creo que nadie se va a acordar pero Celeste era la columnista de moda de un programa que conducía Alejandro Lacroix en MTV. Pero eso era en las épocas donde MTV era otro canal que nada que ver con el de ahora).

-Toque final: pulseritas plateadas compradas hace 2 meses por menos de 10 pesos en el emporio uruguayo de lo barato, Indian Emporium. Tienen locales en casi todos los departamentos de Uruguay, así que si se cruza el charco vale la pena pasar. Entre mil cosas que tienen siempre va a haber una que coincida con nuestro estilo, sólo hay que tener paciencia y rebuscar.

Por supuesto, se pueden encontrar pulseritas ídem acá, más o menos al mismo precio.

Los ítems invisibles del look son un jean NN muy viejo y muy común comprado a $30 en su momento y zapatos rojos adquiridos en invierno (pero que sin medias todavía se pueden usar) que ya mostraré antes de que el calor haga aconsejable archivarlos en su cajita.

No quiero olvidarme del peine que volvió arrepentido a mi vida (bueno, en cualquier momento se va de nuevo, a diferencia de las matemáticas que siempre están ahí).

Y agradezco nuevamente los lindos comentarios recibidos.