Lo vi:
-en la Trastienda,
-en el ND Ateneo,
-en el Konex,
-en FM 100 (gracias a Marisa),
-en el auditorio Amijaí,
-en el Faena con copa de Chandon en mano
-y en el Jagüel, en Uruguay (en este último caso, sólo a Kevin con Paulinho Moska como invitado especial).
Pero nunca en calle Corrientes bajo una bella luna llena y, aunque venía de una noche de viernes y una mañana de sábado agitadas, a último momento me decidí a ir y marcar un lugarcito más en mi foursquare groupiesco de Kevin + The Nada.
Igualmente, lo admito, soy una groupie muy burguesa, de esas que ni locas se meten entre las hordas de fans sólo para estar más cerca del escenario, ni tampoco se quedan a la salida del recital para sacarse fotos con la banda, salvo alguna vez para acompañar a mis amigas kevinianas que sí lo hacen y otra para pedirle a Kevin y al zurdo Roizner que me firmaran un disco que quería regalar. Lo mío es ir al concierto y punto.
Así que me quedé a un costado del escenario y me limité a disfrutar de la música y a hacer pequeño análisis de los asistentes. Había muchos padres con sus hijos pequeños y mucha parejita joven en las que se notaba que -en la mayoría de los casos- ambos eran fans ya que se sabían todas las letras y bailaban al unísono. Bastantes personas de más de 40 también: en fin, un público muy heterogéneo y muy entusiasta, a juzgar por cómo cantaban e interactuaban con Kevin y con Liniers, que cada vez va tomando más protagonismo en los conciertos. Este en particular fue bastante largo, duró casi dos horas.
A continuación algunas fotos, cortesía de mi acompañante.
Cuando el concierto terminó, y dado que el evento principal era "la noche de las librerías", nos fuimos a mirar libritos, pero no duramos mucho porque todas las librerías parecían un subte en hora pico, imposible dedicarse a curiosear nada. La noche de las librerías es más para recordar viejas épocas brillantes de la calle Corrientes y para hacer un paseo diferente, pero NO precisamente para entrar a las librerías. Sin embargo, rescato que las personas con las que me crucé parecían contentas e interesadas en el programa de escuchar música, mirar libros y asistir a las charlas programadas, algo que me pareció una bonita imagen en medio del caos.
Otro día, cuando repita el outfit (shhhhh! lo hago pero que quede entre nosotros), lo muestro en detalle ya que no me saqué fotos de cuerpo entero.
Y como el sábado a la mañana fui a la feria Luli B, me compré unos aritos de Forever 21 que estreno hoy. Fui sólo con $100 (hecho que desmiente mi fama de compradora dispendiosa) así que imposible comprarme prendas.
Como los aritos tienen piedras multicolores pero para mí mirada lo que más resalta son el verde y el anaranjado, elegí esos colores para vestirme. Armé el vestuario con:
-Bandeau verde esmeralda.
-Remera anaranjada de Ver con escote cruzado, del 2005 (se la bancó bastante bien, sólo fue perdiendo un poco de color, pero admito que eso es porque no tengo la paciencia de lavarla siempre a mano y fue numerosas veces lavada por mi mejor amigo, el lavarropas).
-Pañuelo verde, el mismo que usé para el vestido, esta vez colocado a modo de pollera.
-Pañuelo dorado para que el anterior quede bien firme y no se mueva.
-Los aros como único accesorio.
-Y la cara de poca onda decembrina que me caracteriza (repito: no es mi mes, y algunos días se nota más que otros. Por eso hoy las fotos del look son escasas. Mañana será otro día).
Qué fin de semana, Ari! y te faltó la review del viernes, ja,ja,ja!
ResponderEliminarMuy bellos lo aros, pero lo mejor, el recital y los libros... tesoros para siempre:>
Hola Ari!! amo a Kevin, y Liniers me hace reir tanto!!! me gusta muucho su música como reemplazo del sapo pepe y etcs para cuando tenga un niño! lo lúdico me puede!!! el look genial. vi esos aritos, requetelindos!!! y sos una grosa por armarte una falda con el pañuelo!! besos
ResponderEliminarHola Ari!! me encanto todo el look y los usos nuevos que le das a los pañuelos. Beso. Vero vill
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